En honor a el Buddha Siddharta y al Doctor Jivaka kumar Baccha
La medicina tradicional tailandesa había sido prohibida en Tailandia durante la mayor parte del siglo XX. La prohibición había comenzado en 1923. Cuando la medicina occidental tomó el trono como medicina oficial en Tailandia, y la tradicional se volvió ilegal. A mediados de los años 80, cuando el gobierno tailandés, por sugerencia de la O.M.S., comenzó el llamado proyecto de «re-activación».
La idea detrás de este proyecto era devolver la práctica de la medicina tradicional al sistema de atención de salud pública. Para hacer eso, era necesario corromper la práctica médica tradicional mediante la estandarización, ya que tenía que ajustarse a los estándares académicos occidentales, que eran el paradigma dominante en ese momento. Significó que muchos aspectos de la medicina tradicional, tal como fue transmitida y practicada durante siglos, como el conocimiento médico tribal de anatomía y fisiología, la relación profesor-alumno, la adivinación y las ciencias mágicas, una serie de terapias físicas y todas las técnicas que son difíciles de aprender o requieren mucho tiempo para dominar, se han eliminado en el proceso de creación de este «nuevo» plan de estudios de la medicina tradicional tailandesa. Un elemento crucial minimizado o eliminado en pos de la cultura de “comida rápida y aprendizaje rápido” es la meditación(bhavana), elemento que no se puede excluir de nada que tenga que ver con las enseñanzas del Buddha Siddharta, todo el Sendero planteado por él es para la liberación espiritual, es parte de un camino de desarrollo humano sin comparación en la historia de la humanidad, la liberación de nuestra mente de todos sus condicionamientos mentales, emocionales, traumas, obsesiones, etc.
La Meditación más refinada que nos legó el Buddha se llama Vipassana bhavana y requiere de bastante tiempo, entrega y perseverancia para avanzar. Justamente es la esencia del trabajo del Buddha y el trasfondo más profundo de esta disciplina maravillosa; el masaje tradicional tailandés, no el budismo y los elementos de religiosidad agregados después, los rituales y la adoración. Él ni siquiera quería que se hicieran estatuas…. y ya ven.
En este proceso, la medicina tradicional fue literalmente masacrada y nació la «nueva» medicina tradicional. Esta nueva medicina, hasta el día de hoy, está fuertemente promovida y regulada por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación de Tailandia. Esta es la razón por la que podemos presenciar una confusión tan generalizada sobre lo que es la medicina tradicional tailandesa. Lo que tenemos, de hecho, son dos tradiciones completamente diferentes e incompatibles que comúnmente se llaman con el mismo nombre. El masaje tailandés, como un aspecto de la medicina tailandesa, ha compartido el mismo destino.
El mejor paralelo que puede ayudarnos a comprender este fenómeno es el que compara el masaje tailandés con el popular yoga. Esto se debe a que la mayoría de las antiguas tradiciones asiáticas experimentaron un proceso similar de corrupción. De la misma manera en que las asanas de Yoga fueron arrancadas del complejo cuerpo de la práctica auténtica de Yoga, lo que resultó en un «nuevo» Yoga que se parece más a la aptitud física que a una práctica espiritual, las técnicas del masaje tailandés se han separado del inmenso cuerpo de la medicina tailandesa y las enseñanzas del budhha (La meditación: Satipatthana bhavana) creando de esta manera una práctica que se parece más a un servicio de bienestar o terapia de manipulación física que a una práctica espiritual liberadora, lo cual aún así ofrece un beneficio que no es despreciable. Eliminar de esta práctica el camino espiritual de liberación es acabar con su verdadero sentido y su fuerza, convirtiéndolo como el yoga en simplemente la realización de posturas o asanas.
Es por eso que en casi todas las escuelas de masaje tailandés en Tailandia y en el extranjero no puedes aprender más que técnicas de masaje. Durante muchos años, los occidentales pensaron que aprender masaje tailandés era aprender técnicas: cuanto mayor sea tu arsenal de técnicas, mejor terapeuta serás. Obviando el profundo trabajo interior que debe hacer una persona para ser terapeuta, más allá de técnicas de manipulación física, la verdadera enfermedad está arraigada en la mente, reconocer esto puede realmente colocarnos en el camino correcto de la sanación verdadera. Incluso si uno ha dominado cientos de técnicas, todavía faltaba algo. Había una gran brecha en la comprensión de la práctica. Esa brecha se cubrió con la fusión artificial de las técnicas de masaje tailandés con otros sistemas médicos o con sofisticados entornos de masaje, música relajante, velas, incienso, cabeza de Buda, aceites esenciales y muchos otros de la nueva era, accesorios con el propósito de resaltar la estética, tratando de completar nuestro trabajo con ese “toque espiritual occidental”, con el show para distraer la atención del que llega de lo realmente importante.
Así es como terminamos con el masaje tailandés «estilo sobre sustancia», el show antes que el verdadero trabajo de educación de nuestra mente a través de la meditación Vipassana, Anapana y Brahma viharas.
La brecha se creó mediante la eliminación de todo lo esencial, en el proceso de creación de la «nueva» medicina tailandesa y el masaje tailandés. ¿Cómo se refleja esta brecha en la práctica? Un terapeuta thai sin el suficiente trabajo interno, producto de la auto – observación y auto – evaluación, de la meditación es imposible que haga el mismo trabajo que una persona que ha sanado o está trabajando por su liberación. Se pueden llegar a conocer muchas técnicas, pero ¿qué hacer con ellas? ¿Cómo aplicarlas? ¿Cuándo? ¿Deberíamos seguir cuál secuencia?. Es extremadamente difícil para un occidental encontrar la respuesta a esta pregunta en Tailandia o en muchas de las escuelas de occidente. Hace diez años, era literalmente imposible. Para saber, y quiero decir realmente saber: cómo, cuándo y qué técnica aplicar, para empezar, tenemos que saber qué es el cuerpo humano, en qué consiste y cómo funciona. ¿Qué lo hace funcionar? ¿Cómo se ve afectado por el estilo de vida y el medio ambiente? ¿Qué temperamento o humor puede ser asociado a cada persona? Si alguien tiene dolor, ¿cuál puede ser la causa? ¿Podemos diagnosticarlo? ¿Sabemos qué tipo de terapia se indica en una situación dada y cuál no? ¿Cuál es el efecto exacto de una técnica particular cuando se aplica a nuestro complejo sistema cuerpo-mente? La respuesta a estas preguntas no puede ser un vago sentido de «intuición» o un «sentimiento», como podemos escuchar con frecuencia de los maestros tailandeses y extranjeros en las escuelas. La intuición es vital y se va cultivando con la meditación, en general el occidental tiene trabajo que hacer, estudiar muchas materias y a él mismo para poder dar cada vez sus sesiones con mayor maestría y efectividad. Nuevamente hacemos hincapié en la práctica de la meditación como una herramienta muy útil para ir desarrollando nuestra intuición.
El ser humano es demasiado frágil para que podamos aplicar técnicas a menudo muy intensas y potencialmente peligrosas, por las que el masaje tailandés es conocido, basarnos solo en nuestra «intuición», la cual puede ser muy borrosa y cuestionable no debería ser la meta del estudiante o practicante. Si el masaje tailandés consistiera en técnicas suaves, como el effleurage o el mismo reiki, se podría imaginar que jugamos guiados por nuestra intuición; sin embargo, el masaje tailandés es probablemente mejor conocido por sus extensos e intensos estiramientos y sus fuertes técnicas de presión frecuentemente administradas por codos, rodillas o pies. La naturaleza y la estructura de estas técnicas, si reflexionamos sobre ello, nos muestran que el origen de esta terapia tenía un propósito altamente terapéutico. Si uno aplica la técnica excediendo el límite de seguridad solo unas pocas pulgadas, el masaje tailandés se convierte en arte marcial, por lo tanto, puede ser muy peligroso y una habilidad con la que no se debería jugar fácilmente. Muchos de los puntos que trabajamos para sanar o desbloquear pueden ser usados para matar o dejar inconsciente a la persona. Hay que conocer o estar dispuestos a conocer de: anatomía y fisiología, de rangos articulares, de cadenas musculares, de la fascia, de las glándulas endocrinas, etc., de reflexología, de yoga, de psicología, de alimentación sana, en fin un camino de trabajo y estudio de toda la vida. El masaje thai puede ser un completo camino de desarrollo espiritual. El nombre de masaje es inapropiado, es un nombre dado en lenguas occidentales, no es simplemente un masaje, es una terapia muy profunda y los que se quieren dedicar a el están en la obligación de prepararse adecuadamente y continuamente.
Es de notar que se mantuvo en monasterios dedicados a la meditación, hay monasterios que funcionan más como iglesia para la vida social y el apoyo moral a la población, y estos cumplen su función, pero también existen los que se dedican a la esencia de las enseñanzas liberadoras del Buddha. Los que mantienen su práctica de meditación y la integraron a la práctica del masaje tailandés tienen asegurado un avance real. Los que no, tampoco es un problema, llegará el día en que se atrevan a hacer un retiro de 10 días de Vipassana o puede que ya tengan su disciplina meditativa personal, el hecho es que tenemos que trabajarnos, empoderarnos, perdonarnos… elegir sanar y amar.
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